El Bada Huesca dio la primera sorpresa de la Copa del Rey de balonmano al imponerse con justicia al favorito en este encuentro, un Balonmano Logroño La Rioja (28-25) casi siempre a merced de su rival en el primer partido de los cuartos de final.
Se cruzaban en esta primera jornada la excelente dinámica del mejor equipo de la liga en la segunda vuelta, la de los riojanos, con un Huesca revivido tras sufrir en la zona de descenso toda la temporada con la salvación en la última jornada y que podría haberse tomado este choque como un excelente final de fiesta sin muchas pretensiones.
Nada más lejos de la realidad, porque a pesar de las importantes bajas con las que se presentaba en Irun, Dani Arguillas, Frank Cordiés o Borragán entre otros, su técnico José Nolasco no estaba por la labor y, aunque los goles del togolés Abdoula Modi dieron al principio la iniciativa a su adversario, las cosas cambiaron mediada la primera parte.
Huesca buscaba sus recursos y los encontraba en la línea de seis metros con el pivote Arthur Parera haciendo daño y un parcial de 0-4 cambió el color del encuentro para ponerse los oscenses 8-9 arriba con el tanto del portugués Paulo para tomar una ventaja que no perdería ya hasta el final.
Las cosas se torcerían más todavía para el conjunto logroñés porque Huesca estaba crecido y, aprovechando tres exclusiones de su rival en el segundo tiempo y el acierto de Parera y los extremos Adriá y Carlos Pérez, tomó una renta de cinco goles que ya se antojaba decisiva (17-22) con el último cuarto de encuentro sólo por disputarse.
Balonmano La Rioja reaccionó tras la descalificación de su estrella Pergel por lanzar a la cara del portero en un penalti, se acercó a dos goles a falta de cuatro minutos pero Huesca resistió para mantener la sonrisa de felicidad que se ha instalado en unas últimas semanas.